En los años recientes, la producción de especies acuícolas de granjas en México ha crecido de manera constante. En 2019, el país produjo aproximadamente 390,776 toneladas de especies acuícolas destinadas al consumo. Para 2025, se estima que esta cifra supere las 525,000 toneladas, impulsada por la mayor tecnificación del sector y el crecimiento del mercado interno. En paralelo, el consumo de alimento balanceado para acuacultura, que en 2019 alcanzó las 485,028 toneladas, podría superar las 680,000 toneladas en 2025. Esto refleja la tendencia hacia una alimentación más optimizada y eficiente en la industria, aunque también sugiere que, en términos relativos, se requieren más toneladas de alimento balanceado para producir especies acuícolas, con una tasa de conversión alimenticia promedio general de 1.2 (relativamente buena) en 2019, y un costo de alimentación equivalente al 44% del costo total de producción.
A medida que los consumidores demandan más proteína de origen acuático, la industria enfrenta una pregunta crucial: ¿cómo seguir creciendo sin disparar los costos?
Las empresas que participan en el mercado
La producción de alimento balanceado para acuacultura en México está en manos de un grupo reducido de empresas que dominan más del 70% del mercado. Entre ellas destacan Malta Texo (ADM), Paymar del Pacífico, Vimifos, Agribrands Purina y Alimentos de Alta Calidad El Pedregal. Estas compañías han impulsado una transformación en la nutrición acuícola, enfocándose en mejorar la conversión alimenticia y reducir la dependencia de ingredientes tradicionales.
El impacto de estas estrategias es evidente en las dos especies que dominan la acuacultura en México: el camarón y la tilapia/mojarra, que representan más del 75% del consumo de alimento balanceado. Mientras que el camarón enfrenta altos costos en alimentación, la tilapia ha logrado mantener un equilibrio más eficiente gracias a su tasa de conversión alimenticia más favorable.
Aditivos y la nueva generación de alimentos balanceados
Más allá del alimento tradicional, los aditivos nutricionales han comenzado a jugar un papel central en la optimización de la producción acuícola. En 2019, el mercado de aditivos para acuacultura en México tenía un valor de 733 millones de pesos, y para 2025 se espera que supere los 1,000 millones de pesos.
Los tres segmentos de mayor crecimiento son:
Probióticos y prebióticos, que mejoran la conversión alimenticia y reducen la necesidad de antibióticos.
Saborizantes y palatabilizantes, diseñados para aumentar la aceptación del alimento y mejorar su eficiencia.
Suplementos funcionales, como antioxidantes y aminoácidos, que refuerzan el sistema inmunológico de las especies.
A pesar de su potencial, la adopción de aditivos sigue siendo baja. Muchos acuicultores aún desconocen los beneficios de estos productos, y el costo adicional representa una barrera para los pequeños y medianos productores. Sin embargo, la tendencia es clara: las empresas que inviertan en nutrición optimizada serán las que lideren el mercado en los próximos años.
Las regiones más productivas y el reto de la eficiencia
La producción acuícola en México está concentrada en cinco estados: Sinaloa, Sonora, Jalisco, Veracruz y Chiapas, que juntos representan más del 60% de la producción nacional. Sin embargo, la productividad por unidad acuícola varía considerablemente.
Mientras que estados como Sonora y Chiapas alcanzan rendimientos superiores a 250 toneladas por unidad, el promedio nacional sigue estando en 40 toneladas, lo que sugiere que aún hay mucho margen para mejorar la eficiencia en regiones con menor tecnificación. La clave para cerrar esta brecha estará en la modernización de la alimentación y el uso de ingredientes más eficientes en los alimentos balanceados.
El futuro de la acuacultura en México: ¿qué sigue?
El crecimiento del sector acuícola en México no se trata solo de producir más peces y camarones, sino de hacerlo de manera eficiente y sostenible. La alimentación juega un papel fundamental en esta ecuación, y los productores que logren reducir la tasa de conversión alimenticia tendrán una ventaja competitiva.
Sin embargo, la industria también enfrenta retos importantes:
- El costo de los insumos sigue siendo una barrera para muchos acuicultores.
- La capacitación en el uso de aditivos y alimentos balanceados sigue siendo insuficiente.
- El impacto ambiental de la producción acuícola requiere nuevas estrategias de sostenibilidad.
A pesar de estos desafíos, las oportunidades son enormes. Con un mercado interno en expansión y un consumidor cada vez más exigente, la acuacultura en México tiene el potencial de convertirse en una de las industrias más dinámicas del sector agroalimentario.
El éxito dependerá de qué tan rápido los productores, empresas de alimento balanceado y distribuidores puedan adaptarse a las nuevas tendencias en nutrición acuícola. El futuro del sector no está solo en cuántos peces se producen, sino en cómo se alimentan para maximizar su rendimiento.
Por Iván Franco
Fuente: All Aquaculture Magazine
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Sobre el autor
Iván FrancoIván Franco es un analista de mercados y asesor estratégico con 25 años de experiencia, reconocido por su habilidad para fusionar análisis y principios económicos con estrategias de negocio innovadoras. Sus competencias van más allá del análisis de mercado convencional, extendiéndose a la generación de perspectivas estratégicas y al desarrollo de negocios a nivel global. Galardonado como Consultor del Año por su enfoque único en estrategias de mercado e innovación, Iván lidera cambios significativos y se destaca en el ámbito analítico. Posee un amplio dominio de técnicas de analítica avanzada, lo que le permite diseñar estrategias robustas y basadas en datos que aseguran el éxito empresarial.
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