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¿Es posible combinar la producción de peces y de energía? Un estudio demuestra que sí
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¿Es posible combinar la producción de peces y de energía? Un estudio demuestra que sí

El estudio, publicado recientemente en la revista Energy, analiza las características hidrodinámicas de este sistema conjunto y plantea una solución para abastecer de energía a instalaciones acuícolas ubicadas mar adentro, al mismo tiempo que se optimiza el uso de las infraestructuras de fondeo compartidas.
  El estudio establece que los convertidores, cuando están situados detrás de las jaulas presentan mayor rendimiento al estar menos restringidos. El estudio también aborda como debe ser el fondeo de la granja, recomendando que este sea con una configuración en catenaria, ya que incrementa la eficiencia energética en olas largas hasta un 50% y reduce la tensión de las líneas de fondeo hasta un 13%.
  Respecto al diseño estructural, propone configuraciones de jaulas en cuadrado o en línea de 4, ya que son las que ofrecen un equilibrio óptimo entre captación energética y estabilidad estructural, frente a diseños frontales, que generan mayor tensión en los fondeos.
  El estudio concluye que el sistema de toma de potencia de los convertidores de energía en este tipo de integración debe tener una mayor amortiguación que en sistemas individuales, ya que contribuye a reducir la carga estructural y mejora la captación de energía.
  Los investigadores también señalan que este tipo de sistemas podría desempeñar un papel clave en el desarrollo sostenible de la economía azul. 'Los convertidores de tipo punto absorbente son adecuados para sistemas offshore por su geometría simple y capacidad para cubrir las necesidades diarias de energía', afirman los autores. También recomiendan que 'las cadenas de fondeo se mantengan flojas' para permitir un mayor movimiento de los convertidores y, por tanto, una mejor captación de energía.
  Este avance se apoya en un modelo numérico en dominio temporal, desarrollado con elementos finitos no lineales y validado con datos experimentales. La investigación ha sido liderada por la Academia China de Ciencias Pesqueras junto a la Universidad de Strathclyde y cuenta con financiación de la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China y la Royal Society del Reino Unido.


Fuente: misPeces

La alimentación en la acuicultura: La clave oculta del crecimiento del sector en México
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La alimentación en la acuicultura: La clave oculta del crecimiento del sector en México

Por Iván Franco

En los años recientes, la producción de especies acuícolas de granjas en México ha crecido de manera constante. En 2019, el país produjo aproximadamente 390,776 toneladas de especies acuícolas destinadas al consumo. Para 2025, se estima que esta cifra supere las 525,000 toneladas, impulsada por la mayor tecnificación del sector y el crecimiento del mercado interno. En paralelo, el consumo de alimento balanceado para acuacultura, que en 2019 alcanzó las 485,028 toneladas, podría superar las 680,000 toneladas en 2025. Esto refleja la tendencia hacia una alimentación más optimizada y eficiente en la industria, aunque también sugiere que, en términos relativos, se requieren más toneladas de alimento balanceado para producir especies acuícolas, con una tasa de conversión alimenticia promedio general de 1.2 (relativamente buena) en 2019, y un costo de alimentación equivalente al 44% del costo total de producción.
  A medida que los consumidores demandan más proteína de origen acuático, la industria enfrenta una pregunta crucial: ¿cómo seguir creciendo sin disparar los costos?   Las empresas que participan en el mercado   La producción de alimento balanceado para acuacultura en México está en manos de un grupo reducido de empresas que dominan más del 70% del mercado. Entre ellas destacan Malta Texo (ADM), Paymar del Pacífico, Vimifos, Agribrands Purina y Alimentos de Alta Calidad El Pedregal. Estas compañías han impulsado una transformación en la nutrición acuícola, enfocándose en mejorar la conversión alimenticia y reducir la dependencia de ingredientes tradicionales.
  El impacto de estas estrategias es evidente en las dos especies que dominan la acuacultura en México: el camarón y la tilapia/mojarra, que representan más del 75% del consumo de alimento balanceado. Mientras que el camarón enfrenta altos costos en alimentación, la tilapia ha logrado mantener un equilibrio más eficiente gracias a su tasa de conversión alimenticia más favorable.
  Aditivos y la nueva generación de alimentos balanceados   Más allá del alimento tradicional, los aditivos nutricionales han comenzado a jugar un papel central en la optimización de la producción acuícola. En 2019, el mercado de aditivos para acuacultura en México tenía un valor de 733 millones de pesos, y para 2025 se espera que supere los 1,000 millones de pesos.
  Los tres segmentos de mayor crecimiento son: Probióticos y prebióticos, que mejoran la conversión alimenticia y reducen la necesidad de antibióticos. Saborizantes y palatabilizantes, diseñados para aumentar la aceptación del alimento y mejorar su eficiencia. Suplementos funcionales, como antioxidantes y aminoácidos, que refuerzan el sistema inmunológico de las especies.
  A pesar de su potencial, la adopción de aditivos sigue siendo baja. Muchos acuicultores aún desconocen los beneficios de estos productos, y el costo adicional representa una barrera para los pequeños y medianos productores. Sin embargo, la tendencia es clara: las empresas que inviertan en nutrición optimizada serán las que lideren el mercado en los próximos años.   Las regiones más productivas y el reto de la eficiencia   La producción acuícola en México está concentrada en cinco estados: Sinaloa, Sonora, Jalisco, Veracruz y Chiapas, que juntos representan más del 60% de la producción nacional. Sin embargo, la productividad por unidad acuícola varía considerablemente.
  Mientras que estados como Sonora y Chiapas alcanzan rendimientos superiores a 250 toneladas por unidad, el promedio nacional sigue estando en 40 toneladas, lo que sugiere que aún hay mucho margen para mejorar la eficiencia en regiones con menor tecnificación. La clave para cerrar esta brecha estará en la modernización de la alimentación y el uso de ingredientes más eficientes en los alimentos balanceados.   El futuro de la acuacultura en México: ¿qué sigue?   El crecimiento del sector acuícola en México no se trata solo de producir más peces y camarones, sino de hacerlo de manera eficiente y sostenible. La alimentación juega un papel fundamental en esta ecuación, y los productores que logren reducir la tasa de conversión alimenticia tendrán una ventaja competitiva.
  Sin embargo, la industria también enfrenta retos importantes: El costo de los insumos sigue siendo una barrera para muchos acuicultores. La capacitación en el uso de aditivos y alimentos balanceados sigue siendo insuficiente. El impacto ambiental de la producción acuícola requiere nuevas estrategias de sostenibilidad.
  A pesar de estos desafíos, las oportunidades son enormes. Con un mercado interno en expansión y un consumidor cada vez más exigente, la acuacultura en México tiene el potencial de convertirse en una de las industrias más dinámicas del sector agroalimentario.
  El éxito dependerá de qué tan rápido los productores, empresas de alimento balanceado y distribuidores puedan adaptarse a las nuevas tendencias en nutrición acuícola. El futuro del sector no está solo en cuántos peces se producen, sino en cómo se alimentan para maximizar su rendimiento.


Por Iván Franco
Fuente: All Aquaculture Magazine

Impulso a las exportaciones de productos del mar: Estrategias clave para los países en desarrollo
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Impulso a las exportaciones de productos del mar: Estrategias clave para los países en desarrollo

Los países en desarrollo son actores clave en este mercado, representando más de la mitad de las exportaciones mundiales de productos del mar. Esto presenta importantes oportunidades económicas, incluyendo la reducción de la pobreza a nivel local.
  Sin embargo, aprovechar estos beneficios no es sencillo. Los países en desarrollo se enfrentan a crecientes demandas de los compradores internacionales, en particular en materia de seguridad alimentaria, calidad de los productos y normas laborales. Cumplir con estos requisitos es crucial para mantener el acceso al mercado y obtener mayor valor.
  Un estudio reciente de Borworn Tanrattanaphong, publicado en Humanities & Social Sciences Communications, analiza cómo la modernización de la cadena de valor de los productos del mar impacta el éxito exportador de los países en desarrollo.
  Entendiendo la modernización de la cadena de valor
La modernización de la cadena de valor se refiere al proceso mediante el cual las empresas o países mejoran su posición y capacidades dentro de una red de producción global para captar más valor. El estudio se centra en dos tipos principales:   Modernización económica (MOE)
Mejora de las actividades económicas. Esto incluye: Modernización del producto: Cambio a productos de mayor valor o mejor calidad. Ejemplo: Exportar productos del mar procesados ​​con valor añadido en lugar de solo pescado crudo. Modernización del proceso: Lograr que los procesos de producción sean más eficientes o cumplan con las normas. Ejemplo: Implementación de nuevas tecnologías para cumplir con las regulaciones internacionales de seguridad alimentaria. Mejora funcional: Incorporación a funciones de mayor valor dentro de la cadena. Ejemplo: Transición de la producción básica a la inclusión de la marca o la distribución. Mejora intersectorial: Aplicación del conocimiento de una cadena para integrarse en otra (menos relevante para este análisis).   Mejora Social (SUP)
Mejora de los derechos, salarios y condiciones laborales de los trabajadores. Ejemplo: Adherencia a prácticas laborales justas y mejora de la seguridad en el trabajo.
  ¿Qué mejoras son más importantes para las exportaciones de productos del mar?

El estudio, que utilizó datos del período 2003-2021 de los principales exportadores de productos del mar en desarrollo, como Chile, China, India, Indonesia, Marruecos, Rusia, Tailandia y Vietnam, analizó el impacto de estas mejoras en las exportaciones tanto a países desarrollados como en desarrollo.
  Hallazgos clave: La mejora de los productos es crucial
De forma consistente, la mejora de la calidad y el valor del producto (mejora de los productos) mostró un impacto positivo significativo en las exportaciones de productos del mar, tanto a países desarrollados como en desarrollo. Esto sugiere que centrarse en la calidad y el valor añadido es fundamental para mantener y aumentar las exportaciones a nivel mundial.
  Mejora de procesos: Un panorama heterogéneo
La mejora de los procesos de producción (mejora de procesos) arrojó resultados dispares. Si bien tuvo un impacto positivo en las exportaciones de algunos países (como India y Rusia a países desarrollados), afectó negativamente a otros (como Chile y China a países desarrollados), posiblemente debido al aumento de los costos de producción asociados con el cumplimiento de estándares estrictos.

El impacto fue generalmente menos pronunciado y a menudo negativo para las exportaciones a otros países en desarrollo.
  Mejora funcional: Impacto menos consistente
El traslado a funciones de mayor valor (mejora funcional, representada por las salidas de inversión extranjera directa) también mostró efectos positivos y negativos inconsistentes, que variaron significativamente según el país y el destino de las exportaciones. Su impacto general pareció menos significativo que el de la mejora de productos o procesos, posiblemente porque las empresas líderes en las cadenas de valor a veces limitan el papel de los proveedores.
  Mejora Social: Importante, especialmente para los mercados desarrollados
La mejora de los estándares sociales (mejora social, representada por el Índice de Desarrollo Humano) impactó significativamente las exportaciones, en particular a los países desarrollados. Sin embargo, el efecto podría ser positivo (p. ej., India, Marruecos y Rusia a los países desarrollados) o negativo (p. ej., China, Indonesia y Tailandia a los países desarrollados). El impacto negativo probablemente se deba al aumento de costos (como salarios más altos), que podría reducir la competitividad de costos. La mejora social tuvo un menor impacto en las exportaciones a los países en desarrollo.
  Implicancias para los países en desarrollo
Con base en estos hallazgos, el estudio sugiere directrices políticas clave:
  Priorizar la Mejora de Productos
Este es el factor más consistente para el éxito de las exportaciones en todos los mercados. Centrarse en la producción de productos del mar de mayor calidad, más sofisticados y con valor añadido. Invertir en investigación y desarrollo es clave.
  Apoyar estratégicamente la modernización de procesos
Si bien es necesario para cumplir con las normas, hay que tener en cuenta los posibles aumentos de costos. Los gobiernos podrían ofrecer apoyo financiero a las empresas, en particular a las pequeñas y medianas empresas, para que adopten nuevos procesos y tecnologías sin perjudicar su competitividad.

Considerar cuidadosamente la modernización funcional
Las políticas que apoyan la modernización funcional requieren una evaluación cuidadosa, ya que sus impactos varían considerablemente. Puede que no sea la vía más eficaz para todos los exportadores del sector pesquero.
  Invertir en la mejora social
Cumplir con las normas sociales y laborales es cada vez más importante, en particular para acceder a los mercados de los países desarrollados. Sin embargo, los gobiernos deberían considerar programas de apoyo para ayudar a las empresas a gestionar los aumentos de costos asociados y mantener la competitividad.
  Conclusión
Para los países en desarrollo que buscan maximizar los beneficios del comercio mundial de productos del mar, la mejora estratégica de la cadena de valor es esencial. Si bien mejorar la calidad y el valor de los productos ofrece la vía más clara para el crecimiento de las exportaciones, las políticas que apoyan la mejora de procesos, funcional y social deben diseñarse e implementarse cuidadosamente para equilibrar las exigencias del mercado con el mantenimiento de la competitividad de costos.



Por Milthon Lujan Fuente: AQUAHOY

Disparidades entre la sostenibilidad de la producción y el consumo de productos del mar a nivel de países
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Disparidades entre la sostenibilidad de la producción y el consumo de productos del mar a nivel de países

Los productos de agua dulce y marinos procedentes de la pesca de captura silvestre y la acuacultura, a los que de aquí en adelante se hará referencia como productos del mar, desempeñan un papel fundamental en los sistemas alimentarios mundiales. En 2017, aproximadamente 3.300 millones de personas obtuvieron el 20 por ciento de su ingesta de proteínas animales del pescado, y este porcentaje es incluso mayor para muchos países en desarrollo y pequeñas naciones insulares. Además de proporcionar sustento, las industrias pesqueras y de productos del mar son una fuente importante de empleo e ingresos para muchas personas en todo el mundo, y mantienen el sustento de más del 10 por ciento de la población mundial. A medida que aumenta la demanda de pesca como fuente de alimentos y medios de vida, también aumentan los posibles impactos ambientales negativos derivados de la pesca insostenible (por ejemplo, pérdida de biodiversidad, evolución inducida por la pesca mediante la selección artificial de rasgos biológicos debido a las prácticas pesqueras y la dinámica trófica alterada).
  La pesca sostenible se puede definir de muchas maneras. La eficacia de estos indicadores (y, por lo tanto, la gestión de la pesca) depende de la calidad de los datos disponibles, el uso de métodos de modelado adecuados y, en última instancia, la aplicación exitosa de las medidas regulatorias. Por lo tanto, una medida de la sostenibilidad de la pesca a escala de los países es el nivel relativo de gestión y cumplimiento de la normativa pesquera. Una mayor intensidad de la gestión pesquera se asocia con una producción pesquera más sostenible. Es decir, los países que están mejor equipados para establecer una gestión pesquera sólida, en particular en lo que se refiere a la aplicación de la normativa, las reglamentaciones pesqueras y la capacidad para realizar evaluaciones de las poblaciones, tienen relativamente pocas poblaciones sobre-explotadas.
  De manera similar, en el ámbito de la acuacultura, los países que tienen la estabilidad y la capacidad para respaldar derechos de propiedad sólidos y establecer una supervisión regulatoria de la industria tienen una producción acuícola gestionada de manera más sólida y sostenible. Si bien los países con mayor capacidad para gestionar sus pesquerías generalmente producen productos del mar sostenibles, la sostenibilidad de su consumo es el resultado tanto de los productos del mar producidos localmente como de las importaciones de otros países, estas últimas operando fuera de los límites de la gestión pesquera nacional.
  El comercio de productos del mar está cada vez más globalizado. Como algunos de los productos alimenticios más comercializados del mundo, el 78 % de los productos del mar experimentan competencia del comercio internacional y el 38 % de toda la producción pesquera ingresa a los mercados comerciales internacionales. La globalización de los mercados de productos del mar significa que los países no solo consumen productos del mar que ellos mismos producen, sino que son parte de una vasta red de comercio internacional de productos del mar que obtiene productos de muchas fuentes diferentes. Esto crea el potencial de un desajuste entre la producción de productos del mar y la sostenibilidad del consumo de productos del mar.
  Este artículo exploró la naturaleza de la sostenibilidad de los productos del mar basándose en la relación bien establecida entre una gestión pesquera sólida y una mayor producción pesquera, utilizando una métrica de la intensidad de la gestión pesquera, el Índice de Gestión Pesquera (FMI), como indicador de la sostenibilidad de la producción de productos del mar.
  Configuración del estudio
En este estudio se utilizaron tres fuentes de datos: la Hoja de Balance de Alimentos de la FAO sobre pescado y productos pesqueros; el conjunto de datos del Atlas de Comercio Mundial (GTA); y el FMI. La información de estas fuentes y diversas suposiciones sobre la naturaleza del comercio de productos del mar y el consumo se utilizaron para estimar la intensidad de la gestión de los productos del mar que se consumen en un país. Utilizando estos valores, exploramos la sostenibilidad de los productos del mar, utilizando la gestión de los productos del mar como indicador para comparar la sostenibilidad de los productos del mar consumidos y producidos en los distintos países del mundo.
  Resultados y discusión
Los países asociados con una producción de productos del mar más sostenible, en promedio, consumen productos del mar a niveles de sostenibilidad más bajos que los que producen (Fig. 1). Los países que son conocidos por producir productos del mar sostenibles y bien gestionados se están apoyando en gran medida en países con prácticas de gestión menos sostenibles para abastecerse de los productos del mar que consumen.   Fig. 1: Gráfico que muestra la disparidad en la sostenibilidad de la producción y el consumo y las proporciones relativas de las importaciones, las exportaciones y la producción para los 25 principales países productores de productos del mar entre 2012 y 2017. Para obtener información detallada, consulte la publicación original.
  Los países que se encuentran en el extremo superior de la sostenibilidad de la producción de productos del mar, que son conocidos por mantener poblaciones de peces bien gestionadas, inevitablemente verán disminuciones en la sostenibilidad de su consumo de productos del mar cuanto más dependan de las importaciones de otros países. Descubrimos que el cambio porcentual entre la sostenibilidad de la producción y la del consumo para los productores más sostenibles fue sorprendentemente grande; por ejemplo, las mayores disparidades por país incluyeron a los EE. UU. (disminución del 22,95 por ciento de la sostenibilidad de la producción a la del consumo), Canadá (13,89 por ciento) y el Reino Unido (10,28 por ciento). Para el análisis de exclusión de la acuacultura, encontramos las mayores disparidades entre los EE. UU. (23,43 por ciento), Nueva Zelanda (14,48 por ciento), Canadá (12,02 por ciento) y el Reino Unido (10,54 por ciento). También se produjo un cambio en los 25 principales productores de productos del mar, ya que Argentina e India ya no figuran entre los 25 principales y se han sumado Nueva Zelanda y Sudáfrica.
    Fig. 2: Gráfico que compara la producción con la sostenibilidad del consumo en todos los países analizados.
  Los puntos representan los datos brutos (países), mientras que las líneas muestran los resultados del modelo lineal. Las áreas sombreadas alrededor de las líneas indican los intervalos de confianza del 95 por ciento para el ajuste del modelo lineal. Los diferentes colores indican las diferentes derivaciones de la sostenibilidad del consumo (FMIC). La línea negra muestra la relación directa hipotética 1:1 entre las dos variables para la comparación.
  Nuestros hallazgos no solo destacan la disparidad general en la intensidad de la gestión a nivel mundial, sino también la tendencia de los países a comerciar a través de este gradiente de intensidad de gestión. Muchos países, especialmente en el mundo desarrollado, son importadores netos de productos del mar, lo que significa que consumen más de lo que producen. De ello se desprende que la sostenibilidad de su consumo de productos del mar cambiará principalmente en función de los países de los que importan.
  En general, los países desarrollados importan la mayor parte de sus productos del mar de países en desarrollo. La disminución de la producción pesquera en los países desarrollados, posiblemente debido a la disminución del estado de las poblaciones y a una gestión más estricta en los últimos años, ha llevado a una mayor dependencia de las importaciones de productos del mar en estos países. Un aumento de la producción y exportación de productos del mar del mundo en desarrollo ha satisfecho en gran medida esta demanda. La gestión y gobernanza de la pesca en el mundo en desarrollo es generalmente menos amplia que en el mundo desarrollado y, como tal, este flujo de exportaciones de los países en desarrollo a los desarrollados contribuye a una discrepancia en la sostenibilidad general del consumo de productos del mar en los países desarrollados en comparación con su producción. Esta relación se refleja en los resultados de nuestro análisis.
  Además, los países en desarrollo tienden a importar menos productos del mar y dependen más de su propia producción para abastecer su consumo de productos del mar. Como tal, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, el consumo de productos del mar depende en gran medida de productos que están sujetos a normas de sostenibilidad menos estrictas. Podemos ver esta relación claramente en nuestro examen de los EE. UU., el mayor importador de productos del mar a nivel mundial durante el período de tiempo que estudiamos. Se estima que Estados Unidos depende de las importaciones para el 62-65 por ciento de su consumo de productos del mar. Todos los socios comerciales de las 25 principales fuentes de importaciones de Estados Unidos entre 2012 y 2017 tenían una sostenibilidad de la producción pesquera menor que Estados Unidos, lo que es en gran medida esperable dado que Estados Unidos es uno de los principales productores de productos del mar sostenibles. Cualquier país en el extremo superior del espectro de sostenibilidad de la producción verá una disminución en la sostenibilidad de su consumo si participa en el comercio de productos del mar; sin embargo, la mayoría de las importaciones de Estados Unidos se originaron en países de la mitad inferior del espectro de sostenibilidad de la producción.
  Desde la perspectiva de los mayores exportadores de productos del mar, es evidente que las disparidades observadas en la sostenibilidad se ven exacerbadas por el dominio de China en el mercado de exportación de productos del mar. En ambos análisis, China representó más del 20 por ciento de las exportaciones mundiales de productos del mar. Esto se debe a su propia producción sustancial de productos del mar, pero también está estrechamente relacionado con su papel dominante en el procesamiento mundial de productos del mar. China no solo es responsable de la mayor proporción de exportaciones, sino que esos productos del mar se distribuyen con un alcance global notablemente amplio. Como resultado, la sostenibilidad de los productos del mar producidos en China es parte del presupuesto de sostenibilidad del consumo de productos del mar de la mayoría de los países del mundo.   Fig. 3: La proporción de exportaciones (A) e importaciones (B) globales de 2012 a 2017 para cada país analizado, ordenada por FMIP. El tamaño y el color de los puntos muestran la cantidad de socios comerciales de cada país (nótese la diferencia en la escala del eje y). Los cinco principales exportadores e importadores están etiquetados en cada panel.
  Muchos productos del mar atraviesan complejas cadenas globales de procesamiento y suministro antes de llegar a su destino final. Cuando los productos se importan, procesan y exportan como productos nuevos, se atribuyen al país que realizó el procesamiento, no al país que los cosechó inicialmente. Hay algunos casos en los que es probable que los desafíos asociados con la contabilidad de las re-exportaciones hayan dado como resultado que sub-estimemos o sobre-estimemos la proporción del consumo de productos del mar asociado con productos pesqueros nacionales versus importados.
  Esta cuestión de las re-exportaciones es solo una de una lista de desafíos que enfrenta la rastreabilidad de los productos del mar. Los informes de pesca no reflejan en gran medida el transbordo o la descarga de las capturas en buques refrigerados en el mar, lo que oculta las ubicaciones originales de las capturas. También hay problemas con las prácticas de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU/INDNR), el etiquetado incorrecto, la pesca en alta mar y los acuerdos de pesca privados que dan lugar a que los productos se atribuyan a países distintos de aquellos en los que se capturan. Además, no hay informes directos sobre si los productos se derivan de la pesca de captura o de la acuacultura. Si bien en este estudio intentamos, sin un medio confiable para rastrear los productos desde su origen hasta su consumo, es difícil estimar con precisión la sostenibilidad del consumo de productos del mar. Más allá de las actividades académicas, esta falla en la contabilidad de la rastreabilidad de los productos del mar dificulta enormemente los esfuerzos por promover la sostenibilidad a nivel del consumidor.
  Un posible efecto colateral de la incapacidad de determinar el origen de los productos del mar es que los productos menos sostenibles quedan protegidos de los desincentivos económicos a la producción y, por lo tanto, se promueve indirectamente la pesca no sostenible. Es decir, si bien los consumidores tienen el poder de promover prácticas mejoradas de gestión pesquera a través de sus compras de productos del mar, para ello es necesario contar con información precisa sobre el origen de los productos del mar.
  La incapacidad de los consumidores para determinar la sostenibilidad de sus productos del mar crea una falla de mercado en la que los consumidores que están dispuestos a pagar por la sostenibilidad no pueden comprar productos sostenibles de manera confiable. Una información más clara sobre los productos sostenibles podría poner fin a esta falla de mercado y aumentar la producción sostenible. Lamentablemente, el fracaso del sistema de comercio global para proporcionar a los consumidores un medio para determinar la sostenibilidad de las opciones de productos elimina el incentivo para que los productores inviertan en aumentar la sostenibilidad. En la industria mundial de los productos del mar increíblemente competitiva, esta falla de mercado hace que un compromiso agresivo con la producción sostenible sea económicamente peligroso, especialmente para los mayoristas que no pueden establecer una identidad de marca con los clientes. Para aumentar la sostenibilidad de los productos del mar a escala global, sostenemos que primero debemos abordar el mayor obstáculo presente en este estudio, la opacidad de los informes comerciales.
  Perspectivas
¿Cómo se puede mejorar la rastreabilidad mundial de los productos del mar frente a la creciente complejidad del comercio? En lo que respecta a los informes comerciales, Chan et al. han sugerido ampliar el sistema estandarizado internacional de nombres y códigos para la clasificación comercial (SA/HS) para incluir 10 dígitos que permitirían una mayor especificidad en los informes de productos. Si bien una mayor especificidad en los informes de productos aduaneros sin duda ayudaría a reducir la incertidumbre en el rastreo de las cadenas de suministro, sigue siendo necesario un mecanismo para rastrear los productos del mar desde el punto de captura hasta el punto de consumo.
  Las tecnologías emergentes, como la cadena de bloques, ofrecen una vía para abordar esta necesidad. La cadena de bloques en el contexto de la pesca proporcionaría un registro digital definitivo e inmutable de la ruta de un producto del mar desde el punto de captura hasta el punto de consumo. Este tipo de tecnología no está exenta de barreras para su implementación, como la incertidumbre regulatoria, la interoperabilidad limitada y la falta de gestión centralizada. Sin embargo, si la tecnología de la cadena de bloques continúa mejorando y se vuelve menos costosa, podría mejorar considerablemente la rastreabilidad de los productos del mar y la contabilidad del consumo.
  Los países desarrollados que tienen la capacidad para hacerlo han implementado en gran medida una gestión pesquera intensiva que apoya la producción sostenible de productos del mar; sin embargo, el consumo de pescados y mariscos de un país es el resultado de una compleja red de producción y comercio globales. Hemos demostrado que incluso los países con la mejor gestión pesquera probablemente consuman pescados y mariscos sujetos a normas de sostenibilidad mucho más bajas. De ello se desprende que estos países con una alta sostenibilidad de la producción están contribuyendo, a través de su consumo de pescados y mariscos, a los factores económicos que impulsan las prácticas pesqueras insostenibles de los países con una gestión menos intensiva. Por tanto, cualquier evaluación de la sostenibilidad nacional de los pescados y mariscos que no tenga en cuenta el papel del comercio en el consumo de pescados y mariscos seguirá presentando un panorama distorsionado de la sostenibilidad, especialmente optimista para los países más ricos.     Por Kayla M. Blincow, Ph.D. Fuente: Global Seafood Alliance  

Mercado estable y crecimiento moderado: perspectivas para la lubina y dorada en 2025
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Mercado estable y crecimiento moderado: perspectivas para la lubina y dorada en 2025

El mercado de la lubina y la dorada mantendrá su estabilidad en Europa en 2025 con una demanda sostenida y un crecimiento moderado en las exportaciones. Turquía, el principal país productor, refuerza su presencia en los mercados europeos, mientras que Grecia, el segundo mayor productor, se posiciona como el país con mayor crecimiento en la comercialización de estas especies.
  Durante los primeros nueve meses de 2024, Turquía aumentó sus exportaciones de lubina en un 24 % en volumen y un 12 % en valor, mientras que las exportaciones de dorada crecieron un 5 % en volumen y un 26 % en valor. La fluctuación de la lira turca frente al euro y el dólar ha hecho que el pescado turco sea más competitivo en el extranjero, aunque con menores ingresos en divisas fuertes. Grecia, por su parte, registró un comportamiento mixto: la exportación de lubina cayó un 13 %, pero la dorada experimentó un crecimiento del 18 % en volumen y un 17 % en valor.
  Italia y Grecia se mantuvieron como los principales destinos de exportación de Turquía, con el país heleno destacándose como el mercado de más rápido crecimiento, con un notable incremento en el valor comercializado. En Grecia, la lubina y la dorada mantienen una presencia estable en el mercado italiano, lo que sugiere que no hubo disrupciones significativas en la oferta o en los precios.
  El precio de la dorada en el mercado mayorista español experimentó un notable incremento a lo largo de 2024, alcanzando un pico de 6,7 €/kg en noviembre antes de estabilizarse en 6,5 €/kg en diciembre. Los ejemplares de mayor tamaño (400-600 g) registraron una caída en noviembre, pasando de 17,8 €/kg a 14 €/kg, aunque recuperaron terreno hasta superar los 16 €/kg a finales de año.
  En cuanto a la lubina, los precios de los ejemplares grandes se mantuvieron estables durante los primeros nueve meses de 2024, pero sufrieron una caída en noviembre hasta los 11,24 €/kg, antes de repuntar a 11,60 €/kg en diciembre. Los ejemplares medianos tocaron un mínimo histórico de 4,95 €/kg en septiembre, para luego recuperarse hasta los 7,3 €/kg a finales de año.
  De cara a 2025, los analistas también prevén una evolución positiva del mercado europeo de la lubina y la dorada, impulsada por una demanda constante y una mayor apuesta por la sostenibilidad y los productos de valor agregado. Sin embargo, el sector enfrenta desafíos como el aumento de los costos de producción y la volatilidad de las divisas.
  El interés creciente en certificaciones de sostenibilidad y la diversificación de los mercados, en especial con el aumento de las importaciones en Asia, presentan oportunidades para el crecimiento del sector. La inversión en innovación y eficiencia será clave para mantener la competitividad y asegurar el abastecimiento de los mercados internacionales.   Fuente: misPeces

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